Mi vida, embebida en cafeína y en una especie de orgasmo mental, etílico y constante, hace que me cuestione mi existencia. Que me pregunte por los pasos que doy en este mundo que me sangra tanto las ideas y a la vez que me hace sonreír; hace que conozca gente, que viva historias tan fantásticas como absurdas, que me corra en jardines, en aceras; que baile la macarena entre punkis; que mastique la lluvia, que me amanezca Madrid sin que yo alla probado esa cama; que se me desenfoque la mirada para que se me agudice el corazón y se me afile la mente, para poder reirme de los zombis que caminan por la noche y que a veces hablan, a veces bailan, a veces miran ¿a veces ven? a veces sienten ¿pero a veces piensan?
Yo tampoco sé si lo hago. Sólo entiendo que en ocasiones se me revuelve algo por dentro que no sé que es. Y bebo para ahogarlo, o para ahogarme.
De nunca he sido una persona muy normal; intento ser clara, y ser sincera y directa porque si no no hay manera de que me pueda hacer entender; y de por sí me cuesta mucho expresar lo que siento. No porque no lo diga, sino porque lo digo de mil maneras, y cada cual interpreta de mí lo que quiere. Y para mí todas las interpretaciones son válidas, por lo que acabo yo misma no sabiendo lo que soy, o lo que quiero ser, más bien.
Porque lo que somos no es más que lo que creemos que somos; y actuamos y hablamos y pensamos lo que pensamos porque sentimos que somos eso que creemos ser; aunque puede que no lo seamos. Pero no importa.
Y con este delirium tremens de las tres de la mañana. Con esta cabecita loca que me hace caminar por la vida con un despiste y un nerviosismo y una apatía y una rabia y unas ganas de vivir y una contradicción de mí misma y una pregunta al aire y un juicio irrevocable para poder seguir viviendo, aunque sea agarrada a un clavo ardiendo; aunque el clavo sea de humo y me lo pueda fumar para sentirme al menos durante un rato mejor... con todo esto junto, mezclado, machacado, molido, recomido, gastado, regustado, mordido, chupado...
... inauguro mis delirios de este verano. De la cantidad de noches en vela, que me han valido para varias cosas:
- Para ver más fantasmas de los que ya veía en las sombras de mi casa, y en las sombras de mi mente
- Para seguir con mi vida "normal" adelante, sacar el curso con buenas notas y en un futuro, si es que consigo llegar viva a él, ser una persona de provecho o algo así, cosa que realmente no sé si existe y es posible
- Para darme cuenta de que otros modos de vida existen, que los horarios están para lo mismo que las normas: para saltarselos
- Para escribir nuevas pajas mentales como muchas otras que he escrito; y que por cierto ahora me arrepiento de haberlas borrado. Espero estas no borrarlas, aunque al paso que las he escrito esta noche a lo mejor mañana lo leo todo, me arrepiento y adiós. Si no es así: welcome to the apocalypse cabaret
Yo tampoco sé si lo hago. Sólo entiendo que en ocasiones se me revuelve algo por dentro que no sé que es. Y bebo para ahogarlo, o para ahogarme.
De nunca he sido una persona muy normal; intento ser clara, y ser sincera y directa porque si no no hay manera de que me pueda hacer entender; y de por sí me cuesta mucho expresar lo que siento. No porque no lo diga, sino porque lo digo de mil maneras, y cada cual interpreta de mí lo que quiere. Y para mí todas las interpretaciones son válidas, por lo que acabo yo misma no sabiendo lo que soy, o lo que quiero ser, más bien.
Porque lo que somos no es más que lo que creemos que somos; y actuamos y hablamos y pensamos lo que pensamos porque sentimos que somos eso que creemos ser; aunque puede que no lo seamos. Pero no importa.
Y con este delirium tremens de las tres de la mañana. Con esta cabecita loca que me hace caminar por la vida con un despiste y un nerviosismo y una apatía y una rabia y unas ganas de vivir y una contradicción de mí misma y una pregunta al aire y un juicio irrevocable para poder seguir viviendo, aunque sea agarrada a un clavo ardiendo; aunque el clavo sea de humo y me lo pueda fumar para sentirme al menos durante un rato mejor... con todo esto junto, mezclado, machacado, molido, recomido, gastado, regustado, mordido, chupado...
... inauguro mis delirios de este verano. De la cantidad de noches en vela, que me han valido para varias cosas:
- Para ver más fantasmas de los que ya veía en las sombras de mi casa, y en las sombras de mi mente
- Para seguir con mi vida "normal" adelante, sacar el curso con buenas notas y en un futuro, si es que consigo llegar viva a él, ser una persona de provecho o algo así, cosa que realmente no sé si existe y es posible
- Para darme cuenta de que otros modos de vida existen, que los horarios están para lo mismo que las normas: para saltarselos
- Para escribir nuevas pajas mentales como muchas otras que he escrito; y que por cierto ahora me arrepiento de haberlas borrado. Espero estas no borrarlas, aunque al paso que las he escrito esta noche a lo mejor mañana lo leo todo, me arrepiento y adiós. Si no es así: welcome to the apocalypse cabaret
Aceptaré la bienvenida de vez en cuando, esperando que no borres del todo las huellas.
ResponderEliminarMira que callado se lo tenia...
ResponderEliminarMe encanta lo que escribes ojazos...
Muah!